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Nacida en Almería, de la que he heredado la exageración andaluza y la contundencia de sus desiertos, quizá también la libertad de su mar.La huerta murciana me adoptó con tan sólo 6 años de edad, y tan bien me ha criado, que ya soy más murciana que las habas. Fiel amiga de mis amigos, aunque cada vez seamos menos."Enganchada" al que yo creo que ya antes de que naciera estaba destinado a ser mi compañero, y a esos pequeños seres que dia a dia nos obligan a recordar que el tiempo vuela,y que es mejor volar con él que quedarse en tierra.

domingo, 13 de diciembre de 2015

SEIS AÑOS SIN TI

Seis años sin ti, Esther. Y qué duro sentir aún tu ausencia. Tendrías que estar invitándome a que vea tus nuevos adornos de Navidad, contándome las genialidades de tu hijo, mirando fotos antiguas, planeando las fiestas...tendrías que haber descubierto Facebook, Twitter y todo lo demás conmigo, deberías estar compartiendo cosas en revistas digitales, partiéndote de la risa con nuestros whatsapps, comentando los últimos acontecimientos, enseñándome fotos nuevas y contándome todas las series que te ves y los libros que te lees... Te estás perdiendo tantas cosas que te encantarían... Duele no sólo por pensar que no lo estás disfrutando, sino porque todas estas cosas serían aún más fantásticas y divertidas si las pudiera vivir contigo. Sigo recordándote y echándote mucho de menos.
Ojalá pudiera ser siempre consciente del valor de todos estos detalles cotidianos que echamos tanto de menos en las personas que no están, y sin embargo vivimos como algo intranscendente el resto del tiempo. Ojalá fuera capaz de  disfrutar de esos momentos con todos los seres queridos que aún tengo cerca. Ojalá todos intentáramos no perder la oportunidad de compartir momentos con las personas que nos acompañan en esta vida. Una vida tan corta que siempre nos quedarán cosas que hacer con ellos y cosas que decirnos. 
Los que se fueron antes de tiempo ya no volverán. Y nos quedará el hueco toda la vida. Ya sé que esta sensación no desaparecerá nunca. Pero ellos me han enseñado algo que hoy escribo para recordármelo a mí misma: ojalá valorara cada cosa que comparto con los demás, en especial con la gente que me importa, como lo que es, un momento único que podría no repetirse jamás. Es un topicazo, pero es así: las cosas malas que nos pasan vendrán sin que las llamemos. Las buenas también, y esas se disfrutan solas. Pero cuando vengan las normales, las de siempre, las de un lunes por la mañana, deberíamos procurar sentirlas como únicas y especiales. Deberíamos valorar todo lo bueno, porque nos hace felices, y lo malo, porque siempre nos enseña algo. Una de las peores cosas que me han pasado en la vida ha sido perder a mi amiga. Hoy celebro que ella me ha enseñado a valorar más la vida. Gracias, Esther. 

4 comentarios:

  1. Esther era de esas personas que dejan huella. Sin duda soy una de las afortunadas de haberla conocido. Compartir nuestra infancia y juventud ha sido uno de los mejores regalos que he podido tener en mi vida. No hay día que no la recuerde, sobre todo, cuando estamos todos riendo con los comentarios del whatsapp del cole. Ciertamente lo habría disfrutado muchísimo.
    Un besazo enorme allá donde estes, además de en nuestros corazones.

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    1. Si, estoy segura de que habría disfrutado de todas nuestras bromas y también sé que ella tuvo mucha suerte de contar con la admiración y el cariño de personas maravillosas como tú. Gracias.

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  2. Me alegra enormemente ver que no sólo ha dejado un hueco irreemplazable en mi familia, ha sido muy afortunada de tener unas amigas como vosotras, que seguís nombrándola y os acordáis de ella en vuestras reuniones y os sigue divirtiendo aunque ya no esté.
    En casa, es raro el día que no sale a relucir en nuestras conversaciones, es como si estuviera aquí, pero no la vemos. Forma parte de nuestras vidas y nos reímos un montón recordando momentos con ella.
    Con respecto a lo que dices en el texto Marta, llevas toda la razón. Cuando te pasan cosas tan duras en la vida, piensas que a partir de ese momento todo va a cambiar y vas a disfrutar y valorar cada momento que disfrutes con los tuyos, pero pasa el tiempo, el dolor se va mitigando y entramos de nuevo, casi sin darnos cuenta, en el ciclo del diario y volvemos a normalizar nuestra vida como si no hubiera pasado nada, cuando en realidad ha pasado todo. Hace seis años un tsunami sacudió nuestras vidas, nos dejó con un vacío que nunca se ocupará y parece que no hemos aprendido la lección. Yo, particularmente, me hago el propósito de disfrutar más y controlar menos, pero no lo he conseguido. Habrá que seguir insistiendo....

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    1. A mí también me pasa. Por lo menos somos conscientes. Yo también voy a intentarlo y sé que cuento con ella para que me lo siga recordando. Un abrazo fuerte a toda la familia. Os quiero.

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