Datos personales

Mi foto
Nacida en Almería, de la que he heredado la exageración andaluza y la contundencia de sus desiertos, quizá también la libertad de su mar.La huerta murciana me adoptó con tan sólo 6 años de edad, y tan bien me ha criado, que ya soy más murciana que las habas. Fiel amiga de mis amigos, aunque cada vez seamos menos."Enganchada" al que yo creo que ya antes de que naciera estaba destinado a ser mi compañero, y a esos pequeños seres que dia a dia nos obligan a recordar que el tiempo vuela,y que es mejor volar con él que quedarse en tierra.
Mostrando entradas con la etiqueta Paranoias. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Paranoias. Mostrar todas las entradas

viernes, 30 de noviembre de 2012

LO QUE ES LA VIDA...

Hay que ver...lo que es la vida...así, como dicen nuestros mayores... Y es que es verdad.
Un amigo me decía hace poco que somos como hojas sobre el agua, que, llevadas de un lado a otro por vientos y corrientes, tratamos en vano de resistirnos a tanto vaivén aferrándonos a una rama o a una roca. Rama o roca, pared, risco, botella con o sin mensaje, palo, tablón, mástil de barco semihundido...da igual. Las vueltas que da la vida...ésas nunca las vamos a controlar. Quién nos lo iba a decir a nosotros... Que viviríamos en el campo en vez de en la ciudad, Que tendríamos hijos, cuando todo indicaba que nunca llegarían, Que perderíamos a la amiga más querida, con la que habíamos planeado toda una vida, Que los lazos que creímos desatados se volverían a atar, Que otros lazos que pensamos eternos se aflojarían sin más,Que ganaríamos nuevos corazones para con ellos reír y soñar, Que mereceríamos odios y envidias, Que nos regalarían cariño incondicional sin hacer nada para merecerlo, que subiríamos y bajaríamos, que ganaríamos y perderíamos, que reiríamos y lloraríamos... Y todo casi sin poder hacer nada para controlarlo, si acaso aferrarnos sin demasiada fe a una rama o a una roca.

"Un Mundo", de Ángeles Santos.

martes, 28 de febrero de 2012

COMUNICACIÓN EXTREMA

Mira que me encantan los idiomas... Me fascina cualquier medio que permita la comunicación entre las personas. La lengua es un medio poderoso, y ahora también la imagen, las nuevas tecnologías... Sin embargo, hay ocasiones en que me gustaría que no existieran. Que no tuviéramos que usar un idioma para entendernos, que el sistema fuera otro bien sencillo, mucho más sincero y directo. Ojalá los humanos hubiéramos desarrollado un sistema de reconocimiento total del pensamiento ajeno, de manera que la transmisión de las ideas fuera perfecta, de forma que pudiéramos saber exactamente cómo piensa y por tanto cómo siente el otro ... sin lugar a dudas, sin vacilar, sin dobleces, sin recodos... Por muy bien que creamos dominar nuestra propia lengua, a veces se nos revela como un código incapaz de expresar los pensamientos y sentimientos más complejos con la precisión y la premura necesarias. Esta angustiosa sensación de impotencia no me inundaría, como lo hace en ocasiones, si ya tuviéramos ese don de comunicación extrema. En ese utópico estado no existiría la mentira, ni siquiera la media verdad, la hipocresía, el malentendido...la inseguridad, la desconfianza. Ojalá pudiéramos mirarnos a los ojos y saber el uno del otro...todo.